El Partido Republicano destituyó a la congresista Liz Cheney, quien se ha mantenido como la principal crítica del expresidente Donald Trump en el partido.
Con esta remoción el mandatario reafirma su poder en el partido, por la cantidad de votos que aporta al mismo, y confirma que el partido va de la mano con el mangante y castigarán a quienes estén en su contra.
En una reunión de unos 20 minutos, los republicanos votaron por remover de su puesto a la número 3 del partido en la Cámara de Representantes, acción que coincide con la rendición de declaraciones funcionarios del gobierno de Trump por el asalto al Capitolio del pasado 6 de enero, del que fue señalado como incitador.
Liz Cheney respondió a la decisión del partido por sus críticas a Trump y advirtió que hará todo lo que esté en sus manos para evitar que el expresidente regrese a la Casa Blanca.
Reiteró que las constantes provocaciones del exmandatario, como de las que fue responsabilizado del pasado 6 de enero, representan un riesgo para el partido y para el país.
Asimismo, aseveró que los republicanos “no podemos abrazar la gran mentira”, en referencia a los constantes señalamientos de Trump sobre el supuesto fraude para evitar su reelección.