Una nueva ola de violencia en Sinaloa quedó al descubierto tras el hallazgo de cinco cuerpos ejecutados en los municipios de Elota y San Ignacio. Las víctimas presentaban impactos de bala y huellas de tortura, y tres de ellas fueron encontradas envueltas en sábanas.
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El primer cadáver fue localizado en un restaurante abandonado junto a la carretera México-Nogales, cerca del entronque con Estación Dimas, en San Ignacio.
Horas más tarde, tres cuerpos fueron hallados en una zona enmontada en el kilómetro 55 de la misma vialidad. Las víctimas estaban cubiertas con sábanas y presentaban signos de violencia extrema.
El último cuerpo fue descubierto en el municipio de Elota, a un costado de la Maxipista Mazatlán-Culiacán, a la altura del kilómetro 104. La víctima tenía lesiones de arma de fuego y rastros de tortura.