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El fiscal anticorrupción de Baja California, Javier Salas Espinoza, y su esposa, Ivonne Palma, fueron recientemente confirmados como dos de las víctimas que salieron heridas durante el atentado sucedido en Nueva Orleans.
El ataque ocurrió el 1 de enero en la calle Bourbon del barrio francés, en un evento que terminó con la muerte del atacante durante un enfrentamiento con la policía.
El fiscal presentó «fracturas en el pie y otras lesiones», mientras que su esposa sufrió raspones y heridas adicionales, según informaron personas cercanas a la familia. Uno de sus hijos también resultó herido, aunque las lesiones fueron descritas como leves.
La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) confirmó que entre las 35 personas heridas en el incidente, dos eran de nacionalidad mexicana.
«Más tarde se confirmó que se trataba de Javier Salas y su esposa», lo que generó gran preocupación en el ámbito político de Baja California.
Según los reportes, el ataque ocurrió cuando Salas Espinoza y su familia cenaban para celebrar el Año Nuevo. El agresor, identificado como Shamsud-Din Jabbar, de 42 años y residente de Texas, conducía la camioneta que irrumpió en el concurrido lugar, dejando un saldo de 15 personas fallecidas.
En Mexicali trascendió que Iván Salas Palma, hijo del matrimonio y regidor en Ensenada, no se encontraba en el lugar del incidente. Según las versiones difundidas, el joven no asistió al viaje familiar debido a que había extraviado su visa, lo que lo salvó de estar entre las víctimas.
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