Desde el punto de vista de su carrera, Mötley Crüe tuvo nueve vidas. Y podemos asumir que el bajista y cofundador Nikki Sixx usó al menos la mitad. Ninguna de sus experiencias cercanas a la muerte ha sido tan infame como la del 23 de diciembre de 1987.
Después de una noche de fiesta llena de drogas con amigos (incluidos los miembros de Guns N ‘Roses Slash y Steven Adler y Robbin Crosby de Ratt), Sixx fue inyectado con una última jeringa de heroína, y rápidamente se desmayó.
Por desgracia, esta sobredosis no fue como las otras; se había puesto azul y no lo podían despertar. En el libro de Sixx, The Heroin Diaries: A Year in the Life of a Shattered Rock Star, una recién llegada a los EE. UU. llamada Sally McLaughlin recuerda haberle dado frenéticamente al bajista reanimación boca a boca, mientras su entonces novio Slash destruía el baño de un hotel a su alrededor. .
«Miré hacia abajo y me di cuenta de que había dejado mi cuerpo. Nikki Sixx, o el contenedor sucio y tatuado que una vez lo había contenido, yacía cubierto de pies a cabeza con una sábana en una camilla que los médicos empujaban hacia una ambulancia”.
En medio de tamaño caos, se filtró la noticia a la radio y a otros miembros de la banda de que Sixx había muerto. En The Heroin Diaries, Vince Neil recordó estar devastado: “Tal vez en el fondo sabía que iba a suceder algún día, pero aún así me hizo pedazos porque amaba a Nikki, a pesar de que era una mierda egoísta y arrogante. Lloré. Y nunca solía llorar entonces”. Pero luego, milagro de milagros, Sixx finalmente se despertó solo unas horas después. Fiel a su estilo, no estaba emocionado de estar en el hospital y lo dejó con estilo.
En sus propias palabras de Heroin Diaries, “había un policía haciéndome preguntas, así que le dije que se fuera a la mierda. Me saqué los tubos y me tambaleé solo con mis pantalones de cuero hacia el estacionamiento, donde dos adolescentes estaban sentadas llorando alrededor de una vela. Habían escuchado en la radio que estaba muerto y parecían algo sorprendidos de verme”. Los adolescentes le dieron a Sixx una chaqueta, una conferencia sobre cómo dejar las drogas y un viaje a casa en su Mazda.
Y el incidente en el que se le declaró muerto dos minutos inspiró la creación del clásico «Kickstart my Heart».
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