Israel continúa su ofensiva en la Franja de Gaza mientras sigue bombardeando el Líbano. Los trabajadores de rescate palestinos dijeron que los bombardeos israelíes en el norte y centro de Gaza mataron al menos a nueve personas el sábado por la mañana.
Un ataque tuvo como objetivo un grupo de personas en la ciudad norteña de Beit Hanoun, matando al menos a cinco personas, incluidos dos niños, según el servicio de ambulancias y emergencias del Ministerio de Salud de Gaza. Otro ataque alcanzó una casa en la parte norte del campo de refugiados de Nuseirat y mató al menos a cuatro personas, según el Hospital Awda. El ataque también provocó varios heridos.
Israel advierte a los palestinos sobre nuevos ataques en la Franja
El Ejército israelí no hizo comentarios inmediatos sobre los ataques, pero desde hace tiempo acusa a Hamás de operar dentro de áreas civiles. El Ejército israelí advirtió el sábado a los residentes de partes del centro de Gaza que evacuaran, diciendo que sus fuerzas operarían allí pronto en respuesta a los militantes palestinos.
Las advertencias cubren áreas a lo largo de un corredor estratégico en el centro de Gaza, que fue el centro de obstáculos para un acuerdo de alto el fuego a principios de este verano. El ejército advirtió a los palestinos en las áreas de los campamentos de refugiados de Nuseirat y Bureij, ubicados a lo largo del corredor Netzarim, que evacuaran a un área a lo largo de la costa de Gaza llamada Muwasi, que el Ejército ha designado zona humanitaria.
No está claro cuántos palestinos viven actualmente en las zonas afectadas por la orden, algunas de las cuales ya habían sido evacuadas anteriormente. Menos de una hora después de la orden de evacuación, los palestinos informaron sobre bombardeos de artillería y humo por parte de Israel en las zonas norte del campo de Nuseirat.
Más de dos millones de palestinos desplazados en Gaza
La gran mayoría de los 2,3 millones de habitantes de Gaza han sido desplazados durante la guerra, a menudo varias veces, y cientos de miles de personas están hacinadas en miserables ciudades de tiendas de campaña. Otros han permanecido en sus casas a pesar de las órdenes de irse, diciendo que ningún lugar del aislado territorio costero se siente seguro.