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Rafael Cardona y su Cristalazo, comentó que los fenómenos del PRI, se divide en dos circunstancias. El primero es que el presidente nacional, Alejandro Moreno no es el asesino del PRI, es el sepulturero y le quito el último alito. Se debe de tener claro que el partido político se está destruyendo desde dentro a partir del asesinato de Luis Donaldo Colosio. Ernesto Zedillo se encargó de su demolición.