Se disuelve el Gobierno del primer ministro neerlandés Mark Rutte por «diferencias insalvables» sobre política migratoria.
«He reunido al gabinete y he sugerido que, dada la actual situación política, presentáramos nuestra dimisión. Y fue aceptada por unanimidad», afirmaba Rutte.
«No es ningún secreto que los socios de la coalición tienen puntos de vista muy diferentes sobre la política migratoria. Y hoy, por desgracia, tenemos que concluir que esas diferencias son irreconciliables», lamentaba el primer ministro.
Un giro de última hora del partido de Rutte sobre las medidas que más o menos estaban acordadas ha dificultado el acuerdo. La postura del primer ministro buscaba endurecer la política de reunificación familiar de los refugiados de guerra, bajo el argumento de que podrían volver a casa cuando terminase el conflicto en sus países.
«Inmigración, también finanzas, no somos uno de los países más ahorradores y espero que el próximo gabinete venga con más voluntad de hacer las cosas», explica un ciudadano neerlandés de 32 años.
La decisión ha puesto de relieve las divisiones ideológicas existentes desde el día en que la coalición llegó al poder, hace 18 meses.
El el D66 y Unión Cristiana no están de acuerdo con las medidas duras contra la inmigración propuestas por el conservador Partido Popular por la Libertad, de Rutte y los democristianos. Está previsto que Países Bajos celebre elecciones en noviembre.
No es la primera vez que el Gobierno de Mark Rutte dimite en bloque. En 2021, un escándalo en el que miles de familias, en su mayoría de inmigrantes, fueron acausadas erróneamente de fraude al cobrar unas ayudas sociales, hizo que el Ejecutivo dimitiese y gobernase en funciones desde mediados de enero hasta marzo de ese año.
También en 2012 el Gobierno se disolvió al perder el apoyo de la extrema derecha, que no estaba de acuerdo con las medidas de auteridad tras la crisis de 2008.
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