Volodímir y Artem patrullan las calles de la ciudad de Bakhmut, en el óblast de Donetsk. Regresan del frente en el Donbás tras dos meses afrontando una feroz ofensiva rusa. Describen la batalla de Severodonetsk como «el infierno en la Tierra». Sobrevivieron para contarlo, tras la retirada del 24 de junio…
«Tenemos la moral alta. Nuestro soldados están venciendo y de seguro vencerán al enemigo, hasta la aniquilación completa y además, volveremos a las fronteras de 2014, incluyendo Crimea y todo. Ha sido muy difícil para los nuestros. Pero déjenme enfatizar que las condiciones en las que han tenido que luchar han sido a veces inhumanas. Es difícil explicar lo que sienten por como fue todo, pues tuvieron que luchar hasta el final. Y la tarea consistía acabar con el enemigo como fuese», explica Artem Ruban, soldado del batallón ucraniano Svoboda.
Mientras, en la retaguardia, en Sloviansk, los soldados toman un respiro antes de volver al frente. Temen que los rusos se apoderen de la ciudad de Lisichiansk, adyacente a Severodonetsk. Cuentan que ha sido arrasada y hasta los bosques han sido quemado para evitar la guerra de trincheras. Su caída daría a Rusia el control casi total del óblast de Lugansk.
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