El Ejército ruso utiliza artillería pesada, tanques y bombardeos desde el aire para atacar a Azovstal, en la ciudad portuaria de Mariúpol, el único reducto de resistencia ucraniana en esa urbe del sur del país.
Azovstal fue atacada no solo desde el cielo y con artillería también con tanques y se intenta asaltar desde fuera. Azovstal quedó en llamas después del bombardeo.
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Las autoridades de Kiev y de Mariúpol calculan que aún quedan unas cien personas atrapadas. En las gigantescas instalaciones de la planta siderúrgica resiste los combates del ejército ruso un grupo de soldados ucranianos pertenecientes al regimiento de Azov, una facción ultranacionalista integrada en las tropas ucranianas.
Mariúpol vive una grave catástrofe humanitaria desde que fue sitiada por las tropas rusas desde el comienzo de la invasión ordenada por Moscú, que se inició el pasado 24 de febrero.
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