Bolsonaro rechaza imponer confinamiento pese a récord de muertes por Covid-19

Pese al nuevo récord de muertes por Covid-19 en Brasil, el Presidente Jair Bolsonaro advirtió que no impondrá un confinamiento en la región.

“No habrá cierre”, aseveró el mandatario al defender lo que calificó como “tratamiento precoz” para reducir la incidencia de contagios por Covid-19 en el país, el segundo más afectado por la pandemia e insistió que en su administración no se decretarán estas medidas.

Luego de acudir al cierre de una Unidad de Cuidados Intensivos en Chapecó, tras el traslado del único paciente que seguía internado en la región, dijo que lamenta las muertes provocadas por la pandemia, pero que su Gobierno no ve necesario aplicar este tipo de medidas restrictivas ante la pandemia del Covid-19

“No vamos a aceptar esta política de quedarse en casa y cerrar todo, no habrá confinamiento nacional”, dijo el mandatario, resistiéndose a la presión.

El número de fallecimientos relacionados al virus en Chapeco finalmente ha descendido después de varias semanas muy complicadas. Las unidades de terapia intensiva rebasaron su capacidad, lo que obligó a las autoridades a transferir pacientes a hospitales de otros estados.

El mes pasado, la ciudad implementó algunas restricciones a las actividades económicas durante dos semanas, pero Bolsonaro atribuyó el éxito reciente al uso de los protocolos de atención temprana, de acuerdo con un reporte del periódico Estadão.

Al defender su postura, Bolsonaro dijo que es necesario retomar la normalidad pues además de cuidar la salud es necesario salvar los empleos y la recuperación económica.

Bolsonaro ha rechazado este tipo de acciones, al señalar que son cobardes los que fomentan el aislamiento; además en reiteras ocasiones se ha pronunciado en contra de que las Fuerzas Armadas realizan labores para que la gente se encierre en sus casas.

El Ministerio de Salud registró 4.195 decesos por COVID-19 el martes, convirtiéndose en el tercer país en rebasar dicho umbral, mientras los adversarios políticos de Bolsonaro exigían medidas más estrictas para frenar la propagación del virus.