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El periodista Nicolás Alvarado, consideró que Isela Vega fue la encarnación de «una femeneidad muy femenina».
Recordó que no era una belleza dulce, sino retadora y provocadora, todo un mito erótico para la época y ya en tiempos recientes, se convirtió en la abuelita del cine mexicano, pero no la típica llena de dulzura empalagosa, sino la que las nuevas generaciones adoptaron para estos tiempos, sobre todo después de «La ley de Herodes»