Mario Ávila
La voz de los estados
En octubre del año 2007, Tabasco conoció la peor inundación en su historia. Más de un millón de personas fueron afectadas.
Hoy la condición, no es distante. Si bien las obras que se hicieron en aquel entonces han funcionado y evitado un problema mayor, la sequía que experimentaron en años recientes, se revirtió en las últimas semanas.
La Pandemia, las elecciones en Estados Unidos y los escándalos políticos en nuestro país, no permiten ver a gobernantes y mexicanos la tragedia que se vive en Tabasco.
En cualquier otro momento ya hubiera motivado, un llamado de solidaridad y cooperación de la ciudadanía.
Hay zonas en las que al agua subió más de 10 metros y dadas las condiciones topográficas de la capital del Estado, simplemente no hay manera de sacarla.
Es urgente que, si el gobierno federal no lo va a hacer, la Cruz Roja y otras organizaciones hagan un llamado para socorrer a la población.