Llegan 150 marinos a cuidar Acapulco

La Marina-Armada de México envió a 150 efectivos como parte del relevo del personal que estaba en el puerto de Acapulco para reforzar la seguridad en este destino turístico.

El vocero de Seguridad de Guerrero, Roberto Álvarez Heredia, dijo a El Heraldo de México que esta acción forma parte del trabajo coordinado con el gobierno federal, la cual que se da cada tres meses aproximadamente.

La Secretaría de Marina-Armada de México informó que los 150 efectivos son parte de la Policía Naval y estarán concentrados en este puerto para operaciones de seguridad.

“Se llevan a cabo con autoridades de los tres niveles de gobierno para el bienestar y paz de las familias guerrerenses, así como del turismo nacional e internacional”, precisó la Marina en un comunicado. Los 150 marinos arribaron en el buque de apoyo logístico Zapoteco a la Octava Zona Naval en Acapulco.

Todos ellos se incorporaron de manera inmediata a las acciones de patrullaje de prevención.

El trabajo es en coordinación con la Policía Militar del Ejército Mexicano, y las policías Federal, Estatal, Municipal y Turística de Acapulco, así como con el personal de investigación y procuración de Justicia de las fiscalías General de la República y del Estado de Guerrero.

El relevo de los 150 efectivos, detalló la Marina, es para una mayor eficiencia en las operaciones que tiene encomendadas, como apoyar en las detenciones, aseguramientos en flagrancia de la ley y apoyar las acciones de investigación criminal del personal de fiscalías especializadas.

También para respaldar las acciones de Protección Civil ante fenómenos meteorológicos por la temporada de lluvias.

Esta es la segunda rotación de efectivos de la Marina-Armada que se lleva a cabo desde el reforzamiento del operativo de seguridad que se inició el pasado 16 de febrero.

En esa fecha se concentró a personal operativo y a vehículos tácticos de alta velocidad para acciones de seguridad pública, mejorar la imagen y asegurar la tranquilidad del turismo en Acapulco.

Fuente: El Heraldo de México