Gerardo Canseco, presidente de la Comisión de Comercio Exterior del Colegio de Contadores Públicos de México (CCPM), coincidió en que el efecto en recaudación será mínimo, ya que la estrategia de imponer aranceles está dirigida a inhibir la importación de determinados productos y no con fines recaudatorios.
Explicó que, con los aranceles, lo que el país hizo fue aumentar el IGI. “Al momento que quieran importar las mercancías de Estados Unidos como quesos o acero van a tener que pagar este impuesto”, dijo.
Gerardo Tajonar, vicepresidente de la Asociación Nacional de Importadores y Exportadores de la República Mexicana (ANIERM), mencionó que el objetivo de los aranceles no es recaudatorio, sin embargo, como la meta del Gobierno federal es afectar las importaciones, podría aumentar la recaudación por esos productos.
«La intención del Gobierno no es recaudar más pero sí habrá un efecto recaudatorio como un efecto secundario, el Gobierno está firme en su estrategia de apertura de mercados. El mercado nacional es tan amplio que habrá personas que sigan consumiendo los productos importados y que absorban ese costo, hasta empresas que mantendrán a sus proveedores», comentó.
Fuente: Excélsior
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