Egipto está ya bajo el Estado de emergencia, apenas un día después del doble atentado contra sendas iglesias del norte del país que se cobró 46 vidas y dejó más de un centenar de heridos. La medida, anunciada la víspera por el presidente Abdelfatah al Sisi, ha entrado en vigor a la una de esta tarde mientras las víctimas del ataque contra la iglesia de San Marcos de Alejandría recibían sepultura en la ciudad mediterránea.
El Consejo de ministros egipcio ha aprobado este lunes el Estado de emergencia, que en el plazo de una semana será ratificado sin sorpresas por un Parlamento compuesto de leales al régimen. Estará vigente durante los próximos tres meses y podrá ser renovado por el Hemiciclo. «El Estado de emergencia permite a las fuerzas armadas y la policía llevar a cabo los procedimientos necesarios para combatir las amenazas de terrorismo y su financiación, mantener la seguridad alrededor de todo el país y proteger propiedades públicas y privadas así como preservar la vida de los ciudadanos», ha indicado el Gabinete en un comunicado.
El autodenominado Estado Islámico reivindicó este domingo los ataques contra las iglesias de San Jorge en la ciudad de Tanta, que segó 27 vidas, y San Marcos en Alejandría, que se cobró otras 19. A través de un escueto comunicado en su agencia de noticias afín Al Amaq, el IS (Estado Islámico, por sus siglas en inglés) precisó que los ataques fueron responsabilidad de dos militantes pertrechados de sendos cinturones de explosivos.
En el caso de Tanta, el terrorista fue identificado con el nombre de guerra de Abu Ishaaq al Masri y habría logrado acceder al recinto durante la misa del domingo de Ramos. En Alejandría fue obra de Abu al Barra al Masri, que se inmoló a las puertas del templo atravesando el detector de metales. La organización amenazó con nuevas acciones contra la minoría cristiana, que representa alrededor del 8 por ciento de la población egipcia.
Fuente: El Mundo