Ojo por ojo, diente por diente

Lo dijo Pedro Páramo; se lo dictó Juan Rulfo: “Hay lugares que saben la desdicha. Se les conoce con sorber un poco de su aire…”

 

 

 

Colima es uno de esos; un pequeño estado inadvertido entre el infierno michoacano y la narco-violencia jalisciense…

En el horizonte colimense se distingue un volcán de fuego, pero también la sombra de bandas criminales que dominan el trasiego de droga a través del puerto de Manzanillo, hasta hace poco en poder de los michoacanos (Familia y Templarios), ahora disputado entre los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación.

En este contexto debe entenderse el atentado contra el ex gobernador Fernando Moreno Peña, un hombre con suerte; pocos como él viven para contarla después de recibir cuatro balazos a quemarropa.

Cierto es que el priista Moreno Peña tiene tantos enemigos como sospechas en su largo –y dicen que negro historial. Detractores y adversarios políticos lo han señalado como un cacique coludido con el crimen organizado.

Para peor, Colima acumula en la última década dos ex gobernadores muertos… y los deudos de ambas víctimas señalan a Fernando Moreno Peña como presunto implicado, nada ajeno. Gustavo Vázquez Montes falleció en un sospechoso accidente aéreo, en 2005, y Silverio Cavazos Ceballos quien murió asesinado en noviembre de 2010; la justicia involucró a un sobrino de Moreno Peña pero le cargó el muerto a la Familia Michoacana.

Por cierto, Fernando Moreno fue responsable de la campaña de Fausto Vallejo, en Michoacán ­–con todo lo que eso significa; manejó dudosos procesos electorales en Jalisco y Nayarit –en medio de denuncias de corrupción, de la “mano negra” del narcotráfico; de Guanajuato salió en calidad de pillo.

Casualidad o no, apenas el domingo el gobernador Mario Anguiano –también enfrentado a Moreno Peña– había advertido la escalada de violencia por la guerra entre grupos delictivos en Colima.

Los dos atacantes encargados de “darle piso” al ex gobernador Moreno Peña han sido identificados; no son sicarios novatos aunque hayan fracasado. Además de la policía, también los persiguen quienes hayan ordenado el atentado, precisamente para “darles piso” por pendejos…

 

EL MONJE LOCO: Zaira Cavazos, hija menor del asesinado ex gobernador Silverio Cavazos, culpa a Fernando Moreno de su orfandad; recuerda en Facebook la ley del talión: “Ojo por ojo, diente por diente. Dios es tan justo”, sentencia bíblica para clamar por un castigo idéntico al daño sufrido. ¿La hija de Cavazos reclama divina venganza?