Hasta las 2:13 de la tarde del viernes 31 de julio, cuando el periodista Rubén Espinosa envió un último mensaje a un amigo suyo, todo iba bien.
Se habían puesto de acuerdo para estar en contacto desde que Espinosa decidió autoexiliarse en Ciudad de México.
– “¿Qué onda?”, le preguntó su amigo, un fotógrafo de la capital.
– “Salí con una amiga y con un compa. Me quedé en su casa y apenas ahora voy a la mía”, le respondió Espinosa apenas un minuto más tarde. Tenía prisa. Iba a trabajar esa tarde.
Fue la última vez que su amigo supo de él. Esa misma noche apareció torturado y con un tiro de gracia junto a cuatro mujeres más en el mismo apartamento del que estaba a punto de irse.
Fuente: Animal Político
Desde su inicio el 5 de febrero de 2025, la Operación Frontera Norte ha permitido…
El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que impondrá un arancel del 25% a…
El rancho Izaguirre, ubicado en Teuchitlán, Jalisco, fue identificado como un centro de entrenamiento del…
José Buendía Hegewisch El mayor “talón de Aquiles” de Teuchitlán para la Presidencia…
La inflación en México se desaceleró en la primera quincena de marzo de 2025, ubicándose…
El primer ministro canadiense, Mark Carney, solicitó a la gobernadora general del país y que ejerce las…